LA LAVA NO
DESTRUYE AL AMOR
Raúl era un gigante muy grande, amable y simpático. Pero nadie le quería, una
niña llamada Alodia se mudó al pueblo donde vivía Raúl. Se encontraron tomando
el pan y desde ese día fueron mejores amigos para siempre quedaban a jugar,
pero él se tenía que quedar fuera porque Alodia era menor que Raúl. Vivían al
lado de un volcán y un día entró en erupción y empezó a salir muchísima lava.
Ellos no se separaban estaban en un árbol juntos de la mano pero al final no
podían aguantar más, se soltaron sus manos y se los llevó la lava pero en el
corazón que tenía Raúl y Alodia. SIEMPRE SE IBAN A ACORDAR DE LOS AÑOS QUE
PASARON JUNTOS
ALBA MALUENDA MANRIQUE
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