Familiares de niños epilépticos contrabandean jarabe de cannabis pese al veto. La justicia sólo permite el remedio a una familia. El Senado debate una reforma legal
El hombre contesta al teléfono, es media tarde. Saluda, se presenta y dice que sí, que sabía que le iban a llamar por lo de la marihuana. Está en Chicago y cuenta el caso de su hija, que vive en un pueblo de Guerrero, en México. “Mi gordita sufre de epilepsia, tiene convulsiones”, cuenta. “Tenía tiempo sin que le dieran, pero cuando le dan son bien feas, acaba muy cansada. Yo vivo aquí de hace siete u ocho años, trabajo de soldador. Ella tiene como nueve. Un día la mamá de mi hija vio a Raúl ] en la televisión por lo del jarabe de marihuana. Lo grabó y me mandó el vídeo. Ahí me empecé a informar y al final conseguí el jarabe. Llegará esta semana a Guerrero”.
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