Contenedores de
protección para gatos
sin techo.
La localidad gaditana de El Puerto ha optado por esta
medida para controlar parte de los 900 gatos que viven en sus calles.
El protagonista de la serie de animación Top Cat vivía en un el cubo de basura de un callejón de Manhattan. Justo la misma vivienda que, en El Puerto de Santa María, han encontrado para los gatos callejeros de la ciudad. No es que en esta localidad gaditana se esté realizando una nueva temporada de los famosos dibujos animados de los años 60, sino una solución ideada por Ayuntamiento y la asociación Gatos del Puerto: reutilizar contenedores usados como refugios para acoger a las colonias felinas.
“Reutilizamos contenedores de basura usados para facilitar un refugio a los gatos abandonados y así tenerlos controlados”, resume José Luis Bueno, concejal de Medio Ambiente de la ciudad. En las calles de El Puerto viven aproximadamente 900 mininos callejeros distribuidos en 44 colonias, según estima María Heredia, presidenta de Gatos del Puerto. Ahora, una buena parte de ellos serán los receptores de esta iniciativa que ha arrancado a finales de enero con la instalación de los dos primeros puntos, en un pinar cercano al campo de fútbol del Cuvillo y en la urbanización Las Redes, ambos en los alrededores de la ciudad.
La instalación, que se repetirá en otros siete puntos más de la localidad, es sencilla. El Ayuntamiento emplea antiguos contenedores de basura hoy en desuso para adaptarlos a su nuevo fin. Bocabajo, despojados de la tapadera, con nueva rotulación y con varias puertas o gateras abiertas en sus laterales; los nuevos refugios se colocarán en espacios verdes del municipio cercanos a donde ya existan colonias callejeras de estos animales. “Poco a poco estamos consiguiendo trasladar a los gatos a estos nuevos puntos”, explica Heredia.
De hecho, es a Gatos del Puerto a quien corresponderá mantener estas colonias en contenedores reciclados en una iniciativa que también surgió de esta misma entidad. “Es un proyecto piloto que ya se ha hecho en ciudades como Nueva York o Barcelona. Ahora nosotros vamos a dar ejemplo en Andalucía”, reconoce la presidenta de la asociación con orgullo. Gracias a los contenedores reutilizados como refugios, los voluntarios que se encargarán de la manutención de los gatos podrán acceder con mayor facilidad a las colonias para suministrarles comida, agua o limpiar el habitáculo.
De media, en cada colonia de felinos viven de 20 a 30 gatos, de los 900 que existen en la ciudad. Estos grupos se distribuyen por diversas zonas, del casco histórico a las afueras. Será en estos últimos espacios abiertos, como en inmediaciones de playas o pinares, donde el Ayuntamiento tiene previsto instalar la mayoría de los contenedores. “Todo estará más controlado y más limpio”, tercia Bueno.
El objetivo final de la iniciativa es que, gracias a que el Consistorio sabrá dónde están exactamente las colonias de mininos, será más fácil monitorizar el volumen de cada una con la esterilización y suelta posterior que desde Medio Ambiente ya están realizando en la ciudad. “Es un punto de vista animalista en el control de la población de gatos”, asegura Bueno. De hecho, esta no es la primera medida que el Ayuntamiento -gobernado por una coalición de PSOE e IU- toma en este sentido.
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