- La Contaminación
Hace mucho tiempo, el Río Ebro era como una playa para las personas que no podían viajar. Se iba al río y se traían la toalla, el bañador y todo. Pero empezando a finales de los años 70, el Ebro se empezó a contaminar por las pesticidas, el aumento de las fábricas y, sobre todo, el invento del inodoro. Antes hacías tus cosas en el corral y hacía de perfecto fertilizante. Ahora, ibas al inodoro y eso iba directo al río. Por esto, los peces se morían y te salían sarpullidos.
- La Solución: Las Depuradoras
A finales del siglo XX, España se unió a la Unión Europea. Al parecer, ellos también estaban teniendo problemas del tipo. Pues establecieron unas leyes prohibiendo algunos tipos de pesticidas y una cosa más que ayudó muchísimo, eran las depuradoras. Consiste en que el agua va por máquinas llamadas depuradoras que limpian el agua antes de llegar al Ebro. Han ido haciéndose más y más a lo largo de los años, conque ahora podemos decir que cada vez es más limpia, aunque no perfecta. No van por sólo una depuradora, sino que cada residuo humano destinado al Ebro de cualquier tipo va por varias depuradoras o máquinas purificadoras antes de llegar a nuestro querido río.
- Los Habitantes del Ebro
Cuando digo los habitantes del Ebro, yo no me refiero a las personas que viven al lado del río y lo ven del balcón, no. Yo me refiero a sus habitantes acuáticos: Los peces, las algas y, las Margaritíferas Auricularias (en Aragonés conocidas como Pechinchas), que es un tipo de concha de agua dulce autóctona del Río Ebro que está en peligro de extinción. Véis, las Margaritíferas limpian el agua, que les sirve también de alimento, pero la necesitan en poco ya limpia, porque sino se mueren de tantas toxinas y venenos y todo, aunque el agua pase por depuradoras.
Estas pueden alcanzar los 20 cm. Cada una vive entre 60-100 años, como los humanos. Antes estaban distribuídas por mucha Europa y hasta el Norte de África, pero ahora han quedado reducidos a unos pocos puñados de ríos ibéricos y unos pocos también en Francia. Son hermafroditas. A menudo dependen para reproducción de un pez, el fraile. La Margaritífera es sensible a la presencia de unos otros tipos de mejillones. Además de eso, han introducido a peces que se comen al fraile.
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