lunes, 9 de marzo de 2020

La sirenita modernizada

La sirenita modernizada

Había una vez, una pequeña sirena llamada Ariel que quería explorar el mundo, pero su padre no le dejaba, ya que la madre de ésta falleció por el mismo motivo.
Ariel, era una sirena pelirroja de ojos azules con la cola de color verde.
Cuando ella era muy pequeña, su madre fue a explorar cerca de donde ellos vivían, y un barco de humanos la capturó dándole muerte, así que su padre, el Rey Tritón, decidió encerrar a Ariel en su castillo bajo el mar de forma permanente sin informarle de nada de lo que pasó.
Ariel, no había visto nunca a un humano, y tampoca sabía el motivo de muerte de su madre. 
Ella, como era bastante traviesa, decidió escabullirse más de una vez para buscar objetos perdidos de barcos hundidos. Ariel, tenía una colección de objetos perdidos que le fascinaban, porque nunca había podido salir a ver la luz del sol.
Como regalo de cumpleaños, Ariel le pidió a su padre poder explorar mundo, pero él se negó rotundamente. Así que la chica, enfadada, se escapó del castillo y fue a ver a Úrsula, quien podía conceder su deseo.
Úrsula, era una bruja con, en vez de cola, tentáculos, y se decía que era (después de su padre) el ser más poderoso y temido.
En el camino de ida, ella divisó un barco hundido que no recordaba, y fue a asegurarse de que no hubiera heridos, pero cuando se acercó a la costa se topó con un chico no sireno que se había desmayado, así que intentó reanimarlo, pero justo cuando iba a hacerlo, apareció un perro corriendo, se acercó a éste y empezó a ladrarle a Ariel. Entonces, apareció un mayordomo, pero no la vio, porque antes de que llegara, ella se zambulló en el mar. Desde el agua, Ariel escuchó las palabras del mayordomo también no sireno:
  • ¡Dios mío príncipe Eric! ¿Se encuentra bien?
  • C-creo que si Grimsby, ¿sabe? he visto a una preciosa sirena pelirroja. Me gustaría tenerla en mi acuario.
  • ¡ Pero quién se cree, ni que fuera un pez!- Dijo nuestra protagonista sin dejarse oír- Perdón Flounder- Dijo mirando a su mejor amigo pez.
  • ¡Alteza no diga tonterías! De seguro estaría soñando.
El “príncipe Eric” se encogió de hombros y se marchó junto con el mayordomo “Grimsby” y su perro.
Ariel, al final, decide no ir a ver a Úrsula y vuelve al castillo de su padre para hacerle entrar en razón:
  • ¡Papá! ¡Siento mucho haberme escapado! y ahora sé cómo son los humanos.
  • ¡Ariel! ¡Estás castigada!
  • ¡NO!
Su padre se quedó mirándola sorprendido
  • Deja que me explique. He visto cómo son esa gente y no dejaré que me atrapen, ¡soy responsable!, y conozco los riesgos que correré. Pero por favor, déjame ver cómo es el mundo.
  • Tu madre.
  • ¿Qué?
  • Tu madre fue asesinada por los humanos, por querer ver mundo. Tenía miedo de perderte a ti también. Pero si es lo que más deseas… Podrás ir a ver mundo, es tu vida tu decisión, adelante.
  • ¡Gracias!- Gritó Ariel con lágrimas en los ojos.
Ésta saltó a los brazos de su padre.
  • Pero recuerda venir a visitarme ¿eh?
  • ¡Si!




Fin

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