Leonar y su tele

    Un día un niño llamado Leonar,  decidió  pasar la tarde en la tele. Sus padres le decían que no  era bueno estar toda la tarde en la televisión. Pero el no les hacía caso, Leonar no tenía amigos porque no se relacionaba con nadie. Así  todos los días. Sus padres estaban desesperados porque su hijo era sensible, juguetón y cariñoso. Pero en cuanto se compró maquinitas de jugar, se  hizo muy diferente: de cariñoso, a repugnante, de sensible a gruñón, y de  juguetón a arruina cosas. Pasaron dos meses, hasta que su padre se la rompió. Y entonces le hizo salir a la calle, Leonar vio a un montón de niños jugar y les daba envidia. Un niño se acercó a Leonar para jugar con él porque le daba pena y a partir de ese momento Leonar siempre quedaba con amigos para poder jugar con ellos.